Por un mecanismo de autodefensa psicológico, una parte minoritaria de la sociedad venezolana, al disminuir la política de control de precios y la despenalización de la tenencia y transacciones comerciales en dólares o euros y con ello iniciar una dolarización mixta que llenó los anaqueles de los mercados, empezaron a sufrir de una especie de amnesia histórica, pasando de la preocupación país a la angustia consumista, un amigo me corrige y me dice que no es amnesia sino el olvido necesario por duelo de país, lo cierto es que los problemas básicos no se han solucionado, la híper inflación se terminó de llevar en el deslave, ahorros, salarios, sistema de salud, educación, vialidad y sueños, arrojó al exilio a más de 6.000.000 millones de compatriotas y a pesar que parece detenida por la inyección de dólares semanales, el cambio libre superó los 9 bolívares por dólar y el cambio oficial está muy cerca de esa cantidad, lo que convierte a los no dolarizados, entre ellos a los que dependen del estado, que con los jubilados y pensionados pasan de millones, a intentar sobrevir con menos de 20 dólares al mes, eso apreciados lectores es la implementación técnica de la lógica de la crueldad que aborda Asdrúbal Romero, como un relato alterno en su truncada historia de amor, en donde el eros es quizá el antídoto más eficaz para combatir el tanathos de la tragedia de un tiempo oscuro, iluminado apenas por los fuegos de las barricadas que no podemos olvidar ni esconder en la memoria y mucho menos despachar, con el ?Venezuela se arregló? porque nada se ha arreglado

La imagen de la joven Génesis Carmona cargada por un compañero en una moto con un balazo en la cabeza le dio la vuelta al mundo, el autor nos recuerda que el hecho se produjo después que el gobernador de Carabobo publicara un trino convocando a las UBCH a la calle para un contraataque que resultó fulminante para Génesis.

¿Quieres recibir nuestro exclusivo boletín informativo en tu correo? ¡Suscríbete a #BoletinPatilla! Han pasado 8 años y Maduro continúa en el poder, la protesta de calle está silenciada igual que los medios de comunicación y en los calabozos del régimen permanece el comunicador social Roland Carreño sin juicio definitivo y casi incomunicado con muchos otros presos políticos. La Corte Penal Internacional continúa investigando la violación de derechos de lesa humanidad y esa espada de Damocles pende sobre la cabeza de Maduro oscilando como un péndulo, le quita el sueño aunque lo niegue y preocupa a los jerarcas del régimen, porque esas imputaciones no son negociables, las sanciones que en principio afectaron a Maduro se han ido flexibilizando y la política de los Estados Unidos también, el problema del régimen no es la oposición que está bastante decaída ni la falta de reconocimiento internacional, su escollo principal es gerenciar un país que se ha dolarizado de hecho y tiene una economía devastada con muy poco que ofrecer competitivamente, salvo la minería que está destruyendo las selvas de Guayana y el Amazonas, incluyendo zonas patrimonio de la humanidad como La Gran Sabana.

La recuperación de la industria y la producción petrolera requiere de una inversión que no va a llegar con este gobierno, la participación de China e Irán y en menor medida Turquía y Rusia, no son suficientes porque la devastación del aparato productivo es brutal y para alcanzar una recuperación al nivel que teníamos hace 25 años hace falta un plan y una cantidad de dinero que es impensable que puedan consolidar a ningún plazo, lo que puede hacer Maduro es aferrarse al coroto con los factores de poder que lo sostienen y continuar como explica Asdrúbal Romero en su novela, la aplicación de la lógica de la crueldad, con la cual se confronta existencialmente el protagonista de ?En las Sombras del Bien? leyendo un texto del filosofo Catalán Joan-Carle Melích, que aborda como lo hizo en su oportunidad Hanna Arendt la banalidad del mal en perspectiva de lógica instrumental.

La diferencia de una dictadura con los totalitarismos, es que esta termina casi siempre con el dictador y un régimen totalitario tiene una ideología represiva que se constituye en lógica de crueldad continuada.

Por un mecanismo de autodefensa psicológico, una parte minoritaria de la sociedad venezolana, al disminuir la política de control de precios y la despenalización de la tenencia y transacciones comerciales en dólares o euros y con ello iniciar una dolarización mixta que llenó los anaqueles de los mercados, empezaron a sufrir de una especie de amnesia histórica, pasando de la preocupación país a la angustia consumista, un amigo me corrige y me dice que no es amnesia sino el olvido necesario por duelo de país, lo cierto es que los problemas básicos no se han solucionado, la híper inflación se terminó de llevar en el deslave, ahorros, salarios, sistema de salud, educación, vialidad y sueños, arrojó al exilio a más de 6.000.000 millones de compatriotas y a pesar que parece detenida por la inyección de dólares semanales, el cambio libre superó los 9 bolívares por dólar y el cambio oficial está muy cerca de esa cantidad, lo que convierte a los no dolarizados, entre ellos a los que dependen del estado, que con los jubilados y pensionados pasan de millones, a intentar sobrevir con menos de 20 dólares al mes, eso apreciados lectores es la implementación técnica de la lógica de la crueldad que aborda Asdrúbal Romero, como un relato alterno en su truncada historia de amor, en donde el eros es quizá el antídoto más eficaz para combatir el tanathos de la tragedia de un tiempo oscuro, iluminado apenas por los fuegos de las barricadas que no podemos olvidar ni esconder en la memoria y mucho menos despachar, con el ?Venezuela se arregló? porque nada se ha arreglado.


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