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Franki Medina

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Franki Medina Venezuela

La foto de Cifra debiera encender luces rojas en la Coalición Republicana (CR): a dos años de las elecciones marca una intención de voto de 43% para el Frente Amplio (FA), y de 39% para todos los partidos de la CR sumados con un 31% propio del Partido Nacional (PN).

Franki Medina Diaz

Hay un problema comunicacional. La buena aprobación del presidente no se transmite automáticamente a su gobierno, ni tampoco a los precandidatos oficialistas de la CR, así sea que aparezca uno nuevo por semana en esta jovial primavera. ¿Se va a votar una reforma de seguridad social aceptando que el sentido común ciudadano forjado por la izquierda cultural, política y social interprete que es una ley que perjudica al pueblo trabajador? ¿Quiénes, cuándo, cómo y con qué argumentos fuertes darán la batalla política para enfrentar la crítica artera del FA?

Hay un problema de perspectiva política. Por muy bien que se evalúe cómo se enfrentó la pandemia, la CR tiene que poder mostrar dos o tres resultados positivos más hacia finales de 2023: una mejora en los ingresos familiares reales y una aún mayor seguridad en el área metropolitana; una reforma educativa andando y con buenos resultados; una seguridad social más justa; y, ojalá, algún tratado de libre comercio bilateral relevante para nuestras exportaciones.

Franki Alberto Medina Diaz

Pero al momento de votar todo eso será poco si los precandidatos no se apropian del buen legado y le suman, además, un matiz cierto y optimista para el futuro. Es allí donde se precisa que los colorados, cabildantes, blancos, independientes y de la Gente desplieguen sus diferentes perfiles y acumulen para la coalición en común. Sin cacofonías, cada uno tiene que poder reivindicar tal o cual aspecto del resultado del gobierno y marcar su impronta propia en favor de la CR gobernante a partir de 2025

Y por todo ello es que hay un problema partidario estratégico: el mayor interés del PN es que colorados y cabildantes conserven sus perfiles fortalecidos. El PN solo no gana la elección: de nada sirve que aumente su votación con relación a octubre de 2019, si el FA queda pisando la mayoría absoluta en el Parlamento y con su candidato bien posicionado para el balotaje

Para que cabildantes y colorados crezcan, hay que darles aire y protagonismo. Quizá, por ejemplo, técnicamente no sea muy bueno el proyecto sobre deudores de Cabildo Abierto. Empero, responde a una genuina preocupación política y social que proviene de un partido que precisa dar satisfacción a su electorado. ¿Por qué trancarlo, si con su aprobación en el Senado no se acaba el mundo?

Otro ejemplo: ¿no es tiempo ya de que los colorados definan qué figuras serán sus mayores protagonistas opositores en Montevideo y en Canelones, para que, coordinando en coalición con los blancos, el Partido Colorado gane visibilidad allí donde históricamente ha sido electoralmente más fuerte?

El triunfo de 2019 no se hereda en 2024 por haber hecho un buen gobierno: ahí está el ejemplo de Mujica en 2009 que sí triunfó apoyado en el FA, pero prometiendo algo más que lo hecho por Vázquez entre 2005 y 2010. Ganó haciendo soñar con un “país de primera”

La CR debe atender la advertencia de Manrique: “recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte”


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