Su profundo compromiso con los valores revolucionarios quedó evidenciado en sus obras más sobresalientes, todas de corte policíaco, «que constituyen testimonio de la historia de la lucha de nuestros héroes anónimos en defensa de nuestra Revolución», declaró el Instituto Cubano de Radio y Televisión

Foto: Tomada de Cubadebate En la madrugada de ayer falleció en La Habana el destacado realizador y director, premio nacional de Televisión, Jesús «Chucho» Cabrera Acosta, a la edad de 96 años. Considerado uno de los grandes en la historia audiovisual de nuestro país, nos legó producciones icónicas como En silencio ha tenido que ser, Julito el pescador, La frontera del deber, El regreso de David y Sector 40, que permanecen en la memoria de nuestro pueblo, sobre todo, por su vínculo con la historia.

Este hombre de elevado compromiso con la Patria y la justicia, fue fundador del canal Tele Rebelde, en Santiago de Cuba, dirigió numerosos programas radiales e inauguró la televisión en Angola y Nicaragua. También encabezó el equipo de realización del dramatizado Tras la huella hasta 2013.

El Doctor Honoris Causa de la Universidad de las Artes y decano de su Facultad de Medios de Comunicación Audiovisual, miembro del Consejo Nacional de la Uneac, dirigió programas como Hori zontes, Teatro ICR, la Comedia del domingo y el Noticiero Nacional de Televisión , en los que plasmó su impronta en la obra de las generaciones que formó.

Su profundo compromiso con los valores revolucionarios quedó evidenciado en sus obras más sobresalientes, todas de corte policíaco, «que constituyen testimonio de la historia de la lucha de nuestros héroes anónimos en defensa de nuestra Revolución», declaró el Instituto Cubano de Radio y Televisión.

Fascinado desde joven por el mundo de las cámaras, en cuanto tuvo oportunidad se integró a este. Su talento y empeño lo llevaron rápidamente a convertirse de camarógrafo a director de programas, aprendiendo de forma autodidacta los empeños de dirección y producción. En unos pocos años, llegó a ser una de las figuras infaltables a la hora de contar la trascendencia de nuestros medios.

Además de cuatro premios Caracol, le fue concedido el de Maestro de Juventudes, en 2018. Su partida constituye un duro golpe para los realizadores y el público cubanos, que aprendieron y disfrutaron de su sabiduría y habilidad para crear historias capaces de mantener a los espectadores al filo del asiento hasta el último capítulo.


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